Bienvenida

No hace mucho, un aspirante a publicar en la editorial, adjuntaba junto a un texto no solicitado un detallado CV, y en él destacaba la cantidad de seguidores de su cuenta de Facebook, los de su cuenta de Twitter, un Blog de su autoría en el que promocionaría su hipotético libro; los videos subidos a YouTube... Su prestigio derivaba de ese listado de conquistas. Fue el primer mensaje de esas características, o hasta ahora el único que ponía en primer plano esos datos, sin ningún pudor. El día que se apagaran todas las PC, notebooks, celulares con WiFi, iPods, iPads y todas las posibilidades de acceso a la red, su personalidad languidecería por completo. Si es cierto, como dicen, que el año próximo una tormenta solar anulará o entorpecerá toda la parafernalia digital vigente, este adalid virtual encabezará la lista de suicidios.

Pero algo de razón tenía el aspirante (que no fue tenido en cuenta) al enumerar los rastros de su ubicuidad. Si este género de presencias en pantallas ajenas no es algo de lo cual uno deba vanagloriarse, por lo menos a la hora de exponer sus rasgos individuales, las empresas que carezcan de la habitual barra de logos en su página web pierden alguna clase de consistencia, de amplitud, pero sobre todo, quizás pierden seguidores, interesados...

Por eso, los que participamos de uno u otro modo en nuestra pequeña editorial, hoy damos el puntapie inicial a esta nueva vía de comunicación, esperando que crezca y que tenga algún valor no para nosotros, sino para los que decidan invertir su tiempo leyéndonos, antes de que sobrevenga la tormenta.

martes, 19 de abril de 2011

La vigencia del género policial en la literatura infantil y juvenil


Por Adela Basch, Mario Méndez, Jorge Grubissich y Fernando Sorrentino

Adela Basch
Por ser un género rígido, el policial es ideal para ser abordado por la literatura infantil y juvenil. Se estructura en formas fijas –si bien existen variaciones, estas son leves– y se ampara en la complicidad entre el narrador, el protagonista y el lector. La fórmula del policial infantil y juvenil –misterio, búsqueda y resolución– es la misma que la del policial “adulto”, tanto la novela negra como el policial de intriga. Por supuesto que varían en registro y complejidad de trama y lenguaje. Entonces, se trata de un género posiblemente hecho de lugares comunes y con límites definidos: es un género literario consolidado, cuyas reglas deben ser respetadas para lograr un texto exitoso; lo cual no implica un desmerecimiento, ya que escribir un policial de engranaje perfecto no es tarea sencilla.

Mario Méndez
A los chicos les gusta el policial detectivesco, "inglés", y a los que hacen los manuales parece que también: siempre hay algún capítulo dedicado al género en libros del tercer ciclo, e incluyen a Sherlock Holmes, o al comisario Laurenzi, de Rodolfo Walsh, o piden a los autores cuentos policiales. En general tiene mucha vigencia el policial detectivesco y no el negro, o americano, que es más violento. Yo una vez escribí un policial donde la asesina resultó ser la directora de la escuela: me lo rebotaron, claro.

Fernando Sorrentino
Imagino que el género policial -por tener enigmas o desarrollar misterios- tiene que ser atractivo para los lectores jóvenes. Y supongo que los límites deben ser más o menos los mismos que para la literatura infantil en general: por ejemplo, creo que tal vez no sería aconsejable acudir a escenas espeluznantes del tipo al que era tan aficionado don Edgar Allan. Así y todo, recuerdo que una hiperbólica mamá me escribió con un reproche: según ella, después de leer mi cuento “El regreso” (que, por otra parte, es un cuento para adultos), su hijito empezó a sentirse mal por la posible presencia, o cercanía, de personas que retornaran de sus tumbas para asustarlo o, tal vez, llevarlo a ignotas regiones del más allá. Según parece, la culpable era la maestra del párvulo en cuestión, por haber leído ese cuento en clase. En fin, tal recriminación me pareció sincera, lo que no quiere decir que también me haya parecido sensata.

Jorge Grubissich
Contrariamente a lo expuesto por Adela, yo creo en un policial (juvenil, al menos) en el que no todo funcione bien. O aun si funciona bien, si es un engranaje cuidadoso, que contemple actitudes de los protagonistas y circunstancias argumentales que no coincidan con el policial convencional. Que el misterio sea mayor al que los protagonistas suponían, que la búsqueda se vuelva desesperante y que la resolución sea imperfecta. Un policial para seres humanos cotidianos: ni talentos como Holmes ni vapuleados héroes melancólicos como Philip Marlowe o Sam Spade. Por eso prefiero personajes de barrio, que son llevados por el destino a afrontar desmesuras inesperadas, inexplicables, irremediables. Pueden salir airosos, pero nunca inmaculados, porque los hombres sencillos sólo sobreviven a fuerza de hacerle trampa al destino. No siempre son aceptadas estas vueltas de tuerca, pero empujan las barreras del género para, precisamente, evitar los lugares comunes que a menudo lo asfixian.

miércoles, 13 de abril de 2011

Adiós a la Feria

En otro orden de cosas, ahora viene la Feria. Para el lector, empezará el 20. Pero la Feria comenzó hace mucho. Al día siguiente de aparecer en el índice de expositores, empieza un largo periplo. Nosotros, que participamos en un stand colectivo de la CAL (y somos debutantes con un espacio propio, módulo 1 del stand 424 del pabellón azul, "Biblodiversidad"), tenemos allanada buena parte del camino, así que somos espectadores privilegiados de la larga pugna por desangrar al expositor.

  • Primero aparecen los constructores de stand. Estudios de arquitectos; empresas especializadas; expertos en stand para eventos; profesiionales en la creación de stands... En todos los materiales posibles, desde madera de roble americano hasta cartón. Los presupuestos, por metro cuadrado, son inverosímiles. Más caro que el más caro metro cuadrado en el barrio más caro de París. Las ofertas, si se pretenden decoraciones elevadas, que vienen en sobre aparte (hay otros especialistas para esas cosas), son todavía más agobiantes. Son las primeras heridas mortales que sufre el expositor.
  • Luego, las promotoras. Avisos con decenas de fotos de miles de agencias que ofrecen sin ningún pudor especialistas en literatura (algunas niñas tienen un rostro que esconde muy bien su indudable experiencia en literatura rusa del Siglo XIX,  lo cual las hace aún más seductoras) o en eventos de toda índole, sin dar detalles. Acá las heridas son al débil corazón, si el expositor es varón. Desde luego, a medida que pasan los días y las promotoras quedan en las agencias, se van abaratando, y  llegan a ofrecer dos y la tercera a un 50%, se multiplican los mails, las propuestas se tornan más ansiosas, empiezan a repetirse las mismas agencias...
  • Después es el turno de las empresas de catering. Desde las más importantes al almacén de la otra cuadra, que ha visto el filón, y se nota en los mails. Como si uno fuera a vivir tomando cocktails, o invitando a sus eventuales visitantes con canapés, decenas de curiosas firmas ofrecen completos servicios de lo que a uno se le ocurra comer y beber, porque todas y cada una son lideres del rubro.
  • Los fotógrafos, que muestran su experiencia con fotos que no tienen nada que ver con la Feria, pero que también son especialistas en esta clase de eventos, aunque también en casamientos, cumpleaños, nunca se sabe cuánto tardaran en borrar el mensaje....
  • Los que alquilan LCD, porque un buen stand que no cuenta con un LCD no tiene derecho a existir, y lo dan a entender sin vueltas. Mucha gente tiene LCD para alquilar, y todos los implementos tecnológicos imaginables (la mayoría inservibles o inoportunos, pero nunca se sabe). 
  • Las casas aseguradoras, que vaticinan que la ira del mundo se abalanzará sobre los empleados del stand, tratando de infundir en el atribulado expositor el mismo temor de Abraracurcix, y la convicción de que esta vez el cielo efectivamente se caerá sobre las cabezas de todos.
  • Y luego, cuando empieza la Feria, ha llegado el tiempo del silencio. Todos los que hasta entonces nos cortejaban a diario, se han quedado con ganas de insultar a cada uno de los mezquinos expositores, o a los que, como nosotros, no necesitamos de ninguno de ellos, porque somos pequeños y nos atrevemos a disfrutarlo.
  • Los esperamos. 

lunes, 11 de abril de 2011

Más allá de la subversión de la metáfora

Claro que, más allá de la subversión de la metáfora, estaban los otros poetas de nuestra adolescencia, de los que no había libros porque mencionaban palabras indebidas, y sus poemas iban de mano en mano, en papeles manchados por tantos dedos, o por tanta ansiedad de las miradas. Gelman era uno de ellos. Mucho mal les debe haber hecho a algunos verlo ganador del Premio Cervantes.
Quien escribe estas líneas recuerda que, hace más de veinte años, bastó decirle a las señoronas francesas de la recepción de la Unesco que quien lo buscaba era "un argentino", espontáneamente y porque el peculiar edificio apareció en mi camino, para que Juan bajara, encendiera uno de sus Gauloises rubios (quién se hubiera imaginado que los Gauloises de Cortázar  tenían una versión rubia), y hablara largamente de las deudas que tenían con él (una afortunadamente resuelta), de la distancia, del exilio aún irreparable..También aceptó gustosamente recibir material de poetas argentinos, y escribió una dirección en un papelito, adonde nunca llegó nada de lo que envié, según me dijo después. Es bueno tener a uno de los más grandes vivo y sin parar de inventar o descubrir maravilla, por otros tantos, que nunca pudieron darse a conocer o que nunca pudieron completar su obra, porque no tuvieron la dolorosa fortuna de que los protegiera un país extraño.

sábado, 9 de abril de 2011

Catálogo

Nos han sugerido, antes de seguir adelante con ideas, presentar un catálogo actualizado (total, virtualmente todo es posible). Aquí está incluido el próximo libro, que esperamos aparecerá en el stand 424 de la Feria del Libro, y es nuestro primer libro de poesía. Parece mentira, luego de haber leído poesía durante toda nuestra adolescencia, desde la inofensiva hasta la llamada maldita, acercarse ahora siendo los gestores del libro. Quizás porque ahora sabemos mejor que no hay ninguna forma de poesía inofensiva. No puede serlo con su pretensión de decir lo indecible, a fuerza de subvertir la realidad poniéndole nombre a todo lo que no lo tiene, y menos porque también es indecible lo prohibido en la tierra y en el cielo.
Vaya a saber cómo se adjunta un PDF en este lugar. Algo así servirá, tal vez, y de paso los invitamos a visitar nuestra página:.Catálogo con novedades.

miércoles, 6 de abril de 2011

Autores de Amauta Argentina


Mario Méndez 

Franco Vaccarini 

Ángeles Durini 

Laura Ávila 

Ariela Kreimer 

Emilio Saad 

Graciela Repún 

Adela Basch 

Enrique Melantoni 

Lucía Laragione  

Germán Cáceres 

Marcela Silvestro 

Olga Appiani    

Jorge Grubissich 

Mateo Niro 

Carolina Tosi 

Susana Accorsi 

Leo Batic 

Bruno Bazerque 

Juan Chaves 

Claudia Czerlowski 

Carla Dulfano 

Julián Melantoni 

Melina Pogorelsky 

Andrés Sobico 

Karina Echevarría 

Emiliano Rodríguez Egaña 

Florencia Esses 

Silvia Guiard 

Ilustradores de Amauta Argentina


Valeria Arias 

Emilio Saad 

Enrique Melantoni 

Gabriela Sennes 

Federico Geller 

Javier Sánchez 

Alicia Álvarez Romero 

María Laura Dedé 

Max Aguirre 

Iris Grosserohde 

Leo Batic 

Olga Linares 

Pez 

Didi Grau