Bienvenida

No hace mucho, un aspirante a publicar en la editorial, adjuntaba junto a un texto no solicitado un detallado CV, y en él destacaba la cantidad de seguidores de su cuenta de Facebook, los de su cuenta de Twitter, un Blog de su autoría en el que promocionaría su hipotético libro; los videos subidos a YouTube... Su prestigio derivaba de ese listado de conquistas. Fue el primer mensaje de esas características, o hasta ahora el único que ponía en primer plano esos datos, sin ningún pudor. El día que se apagaran todas las PC, notebooks, celulares con WiFi, iPods, iPads y todas las posibilidades de acceso a la red, su personalidad languidecería por completo. Si es cierto, como dicen, que el año próximo una tormenta solar anulará o entorpecerá toda la parafernalia digital vigente, este adalid virtual encabezará la lista de suicidios.

Pero algo de razón tenía el aspirante (que no fue tenido en cuenta) al enumerar los rastros de su ubicuidad. Si este género de presencias en pantallas ajenas no es algo de lo cual uno deba vanagloriarse, por lo menos a la hora de exponer sus rasgos individuales, las empresas que carezcan de la habitual barra de logos en su página web pierden alguna clase de consistencia, de amplitud, pero sobre todo, quizás pierden seguidores, interesados...

Por eso, los que participamos de uno u otro modo en nuestra pequeña editorial, hoy damos el puntapie inicial a esta nueva vía de comunicación, esperando que crezca y que tenga algún valor no para nosotros, sino para los que decidan invertir su tiempo leyéndonos, antes de que sobrevenga la tormenta.

miércoles, 13 de abril de 2011

Adiós a la Feria

En otro orden de cosas, ahora viene la Feria. Para el lector, empezará el 20. Pero la Feria comenzó hace mucho. Al día siguiente de aparecer en el índice de expositores, empieza un largo periplo. Nosotros, que participamos en un stand colectivo de la CAL (y somos debutantes con un espacio propio, módulo 1 del stand 424 del pabellón azul, "Biblodiversidad"), tenemos allanada buena parte del camino, así que somos espectadores privilegiados de la larga pugna por desangrar al expositor.

  • Primero aparecen los constructores de stand. Estudios de arquitectos; empresas especializadas; expertos en stand para eventos; profesiionales en la creación de stands... En todos los materiales posibles, desde madera de roble americano hasta cartón. Los presupuestos, por metro cuadrado, son inverosímiles. Más caro que el más caro metro cuadrado en el barrio más caro de París. Las ofertas, si se pretenden decoraciones elevadas, que vienen en sobre aparte (hay otros especialistas para esas cosas), son todavía más agobiantes. Son las primeras heridas mortales que sufre el expositor.
  • Luego, las promotoras. Avisos con decenas de fotos de miles de agencias que ofrecen sin ningún pudor especialistas en literatura (algunas niñas tienen un rostro que esconde muy bien su indudable experiencia en literatura rusa del Siglo XIX,  lo cual las hace aún más seductoras) o en eventos de toda índole, sin dar detalles. Acá las heridas son al débil corazón, si el expositor es varón. Desde luego, a medida que pasan los días y las promotoras quedan en las agencias, se van abaratando, y  llegan a ofrecer dos y la tercera a un 50%, se multiplican los mails, las propuestas se tornan más ansiosas, empiezan a repetirse las mismas agencias...
  • Después es el turno de las empresas de catering. Desde las más importantes al almacén de la otra cuadra, que ha visto el filón, y se nota en los mails. Como si uno fuera a vivir tomando cocktails, o invitando a sus eventuales visitantes con canapés, decenas de curiosas firmas ofrecen completos servicios de lo que a uno se le ocurra comer y beber, porque todas y cada una son lideres del rubro.
  • Los fotógrafos, que muestran su experiencia con fotos que no tienen nada que ver con la Feria, pero que también son especialistas en esta clase de eventos, aunque también en casamientos, cumpleaños, nunca se sabe cuánto tardaran en borrar el mensaje....
  • Los que alquilan LCD, porque un buen stand que no cuenta con un LCD no tiene derecho a existir, y lo dan a entender sin vueltas. Mucha gente tiene LCD para alquilar, y todos los implementos tecnológicos imaginables (la mayoría inservibles o inoportunos, pero nunca se sabe). 
  • Las casas aseguradoras, que vaticinan que la ira del mundo se abalanzará sobre los empleados del stand, tratando de infundir en el atribulado expositor el mismo temor de Abraracurcix, y la convicción de que esta vez el cielo efectivamente se caerá sobre las cabezas de todos.
  • Y luego, cuando empieza la Feria, ha llegado el tiempo del silencio. Todos los que hasta entonces nos cortejaban a diario, se han quedado con ganas de insultar a cada uno de los mezquinos expositores, o a los que, como nosotros, no necesitamos de ninguno de ellos, porque somos pequeños y nos atrevemos a disfrutarlo.
  • Los esperamos. 

1 comentario:

  1. Y yo que les quería proponer disfrazarme de Pamela Anderson y hacer malabares con fuego a la entrada del stand...

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