Bienvenida
No hace mucho, un aspirante a publicar en la editorial, adjuntaba junto a un texto no solicitado un detallado CV, y en él destacaba la cantidad de seguidores de su cuenta de Facebook, los de su cuenta de Twitter, un Blog de su autoría en el que promocionaría su hipotético libro; los videos subidos a YouTube... Su prestigio derivaba de ese listado de conquistas. Fue el primer mensaje de esas características, o hasta ahora el único que ponía en primer plano esos datos, sin ningún pudor. El día que se apagaran todas las PC, notebooks, celulares con WiFi, iPods, iPads y todas las posibilidades de acceso a la red, su personalidad languidecería por completo. Si es cierto, como dicen, que el año próximo una tormenta solar anulará o entorpecerá toda la parafernalia digital vigente, este adalid virtual encabezará la lista de suicidios.
Pero algo de razón tenía el aspirante (que no fue tenido en cuenta) al enumerar los rastros de su ubicuidad. Si este género de presencias en pantallas ajenas no es algo de lo cual uno deba vanagloriarse, por lo menos a la hora de exponer sus rasgos individuales, las empresas que carezcan de la habitual barra de logos en su página web pierden alguna clase de consistencia, de amplitud, pero sobre todo, quizás pierden seguidores, interesados...
Por eso, los que participamos de uno u otro modo en nuestra pequeña editorial, hoy damos el puntapie inicial a esta nueva vía de comunicación, esperando que crezca y que tenga algún valor no para nosotros, sino para los que decidan invertir su tiempo leyéndonos, antes de que sobrevenga la tormenta.
Brillante presentación,en nombre del buen gusto y el sentido común. Y por eso podemos verlos desde acá. La sonsera es otra cosa. Y no hay sonso que no ligue su propia e individual tormenta solar. Quemado queda. Felicitaciones!!!
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